Por Kimberly Mesa Polo y Mariana Velásquez  

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Cuando se sufre de algún trastorno alimenticio lo que menos piensan estas personas es que están enfermos, la negación es el principal patrón, consideran que no necesitan ayuda, que están bien, solo trabajan en su físico para verse bien, se alejan de su familia, amigos, tienen problema con los seres que más quieren y se alejan de la sociedad porque no les gusta ser vistos de esa manera.  

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En su gran mayoría deben llegar a un extremo casi al borde de la muerte para aceptar que tienen un problema, si antes no son descubiertos por las mismas personas que las rodean, aun así, al ser desenmascarados, ya sea por su círculo social o familia, las tildan de estar mal y de locas, porque no logran entender por qué simplemente no comen, pero es algo que va mucho más allá, por más que intenten comer su mente no se los permite. 

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Imagen tomada de https://bit.ly/2VNL4rC

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Según el Manual de Diagnóstico de Psicopatología hay criterios para diferir cuando se sufre de anorexia o bulimia. Algunos de ellos son la ingesta permanente de sustancias no nutritivas en el periodo mínimo de 2 a 3 meses, es decir, rechazo a la comida sana como ensaladas en público y a escondidas grandes cantidades de azucarados como dulces, gaseosas o mecatos; no se consume lo necesario para el crecimiento y desarrollo, alimentos altos en hierro, potasio, vitamina B12, entre otros; comportamiento alimenticio de la practica cultural no aceptada, es decir,  comportamientos desadaptados de rechazo en la comida, sacarla de la boca, picar y dejarla entera, “no tengo hambre”; aislamiento para comer, excusas para no comer en público como comer en el cuarto y si es en público al terminar de comer ir al baño.  

 

¿Por qué los TCA son más comunes en las mujeres pre adolescentes y adolescente? 

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Las psicólogas Natalia Villa y Piedad Liliana López concuerdan que la causa principal por la que esto se da en un rango de edad muy temprana se debe a los cambios hormonales que la mujer enfrenta por el desarrollo. 

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El desarrollo hormonal como la oxitocina y la prolactina hacen que sean más inestables hormonalmente, el desarrollo de glándulas mamarias, desarrollo en el crecimiento del cuerpo, maduración del sistema reproductivo; todo este desbalance produce la alteración de la autoestima. Una transición pesada que lleva a alterar el genio y las emociones llevándolas a sufrir estos trastornos, donde también se pueden generar otros como los depresivos, ansiosos y bipolares o la comorbilidad, siendo esta un cuadro de base que desarrolle otros trastornos. 

Para Isabel Uribe la depresión fue un detonante para el desarrollo de la bulimia “Mi papá sufre de depresión y la depresión es algo hereditario, en mi caso eso me desencadenó la bulimia”-Isabel Uribe, mientras que para Mariana Arcila fue una secuela que le dejó la anorexia. “La depresión fue una consecuencia que me dejó la anorexia, todavía lucho con la depresión, en estos momentos debo estar medicada, pero yo no me lo tomo, porque para estar tranquila no necesito de una pastilla”, menciona Mariana Arcila  

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Imagen tomada de https://bit.ly/2VNL4rC

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Se han preguntado ¿por qué o cuáles son los factores que desencadenan un TCA como la anorexia y la bulimia? 

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Piedad Liliana López, menciona que estas enfermedades no se desencadenan por sí solas, deben tener una causalidad o por lo general una multicausalidad. Los factores que generan anorexia o bulimia son predisponentes a nivel individual, familiar y cultural y los precipitantes como la insatisfacción corporal.  

Aspectos culturales como lo fitness ha llevado a que muchas jóvenes se camuflen por ese lado y lo disimulen, por lo que las personas empiezan a adoptar conductas de usar ropa ancha, aislar socialmente, empieza a desafiar unos conflictos con la familia y encerraste en sí mismos.  

Hacer dietas no es anorexia, es un asunto de la contemporaneidad, pero cuando se está insatisfechos, se empieza a preocupar por el cuerpo, por el peso y la comida y ahí ya hay un cuadro de trastorno alimenticio.  

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Entre otros factores está la genética, susceptibilidad en las mujeres, biológicos como los cambios en la adolescencia, la sociedad, personalidad perfeccionista porque se empiezan a tener obsesión por el cuerpo y empiezan a tener un cuadro y una genética ansiosa. 

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“Yo tengo una personalidad muy perfeccionista y obsesiva, entonces, en el gimnasio me decían haga 20 y yo hacía 30, porque cada día podía hacer las cosas mejor y más... yo no dormía pensando en lo que tenía que comer al día siguiente”, Mariana Arcila. 

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La desatención por parte de la familia genera inseguridades en los adolescentes, siendo los papas reforzadores de estos temas, como la mamá que se preocupa por su apariencia y trata de “generar consciencia de un hábito saludable”, pero que puede llegar al extremo. La confianza entre padres puede que prevenir o desarrollar TCA.  

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Los factores de riesgos que impulsan los TCA son las burlas, apodos y las críticas, el aumento de peso, actividades que exijan cuerpos delgados, familias con antecedentes de trastornos, dietas repetidas, trastornos de personalidad, la sociedad que promueve la delgadez, el perfeccionismo, la presión de la clase media-alta, baja autoestima, ansiedad, separaciones o perdidas y cuando se va a iniciar la vida sexual.  

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Los trastornos a medida que pasa el tiempo evolucionan de una manera significativa, por eso llegan a un estado extremo de hospitalizaciones. Para lograr superara este tipo de enfermedades se necesita el apoyo de un equipo multidisciplinar como psicólogo, psiquiatra, nutricionista o nutriólogo y un trabajador social. 

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A pesar de que se supere la anorexia o bulimia se continúa siendo anoréxico y bulímico después de los cinco años que se da el diagnóstico inicial. La proporción de que se vuelva a caer en un trastorno alimenticio es muy alta.