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Las niñas una población vulnerable de los TCA 

“La importancia de detectarlas a tiempo”

 

En sí los Trastornos de Conducta Alimentaria, pueden afectar a todas las personas desde los más niños hasta los más adultos, sin discriminar género, son enfermedades silenciosas de las cuales es muy difícil salir y con una alta probabilidad de caer de nuevo en ellas. 

 A pesar de que nadie está exento a sufrir un TCA, las personas más vulnerables de pasar por la anorexia o bulimia son niñas que están entrando a la adolescencia o son adolescentes, debido a los cambios hormonales que se presentan a lo largo de estas etapas, incluyendo una característica especial, estas enfermedades son más propensas a generarse en las niñas de clase media-alta por la presión social a las que están expuestas en su cotidianidad.

 

Sufrir de alguna enfermedad, ya sea anorexia o bulimia, va a generar que la persona que esté pasando por este trastorno tenga una lucha mental y física con esta, así se supere la enfermedad, puesto que son enfermedades que sí o sí dejan consecuencias o secuelas muy graves para la salud, como se evidencia en los casos de Mariana e Isabel, tienen que estar alertas todos los días para tratar de que ese monstruo no vuelva.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen tomada de https://bit.ly/2VNL4rC

Caer en un TCA es muy fácil, pero salir es lo complicado, como lo mencionaba Mariana, es de luchar y combatir a un ‘monstruo’ que ataca todos los días la mente. En sí lo más difícil de estas enfermedades, es que son silenciosas y en su mayoría, las niñas, no saben en qué momento cayeron en ellas. 

Asumir y aceptar de que se está enfermo es de lo más complicado en estas situaciones, porque estas mujeres no piensan que lo están y hasta que ellas mismas no acepten su condición, va a ser más difícil poder salir, tomar y buscar ayuda de expertos, pero para superar la anorexia y la bulimia se debe de tener fuerza de voluntad, ya que los profesionales están ahí para ser el soporte y la guía del paciente, pero si no se lucha, si cada niña no pone de su parte va a ser imposible salir de la anorexia o la bulimia. 

La importancia de detectar a tiempo estas enfermedades es fundamental ya que de ello depende qué tan hondo sea el problema y la dificultad de salir de él. No es lo mismo un cáncer en fase 1 a uno en fase 3. Las señales que se pueden tener en cuenta para estar alerta son analizar la frecuencia con la que se alimenta la niña, qué hace en sus momentos a solas, con qué frecuencia y en qué momentos acude al baño, cómo mantiene su relación con amigos y allegados, qué alimentos evita consumir y por qué.  

 

 

(Clic aquí para ver video)

Ya que al caer en un Trastorno de la Conducta Alimentaria se inicia un camino que no va a tener fin, porque este las acompañará el resto de sus vidas, empezando con un proceso largo que toma años para poder “salir de él”, en el que quedan vulnerables de recaer en cualquier momento.  

Además, las secuelas por las que tienen que pasar como: 

  • Disminución anormal en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, indicando que el músculo cardíaco está debilitado. 

  • Reducción en la densidad de los huesos (osteoporosis) que resulta en huesos débiles y frágiles.  

  • Pérdida de músculo y debilidad muscular. 

  • Cabello y piel secas; la pérdida de cabello es común. 

  • · Crecimiento en todo el cuerpo, incluyendo la cara, de una capa fina de cabello conocido como lanugo en un esfuerzo de conservar el calor corporal. 

  • El desbalance electrolítico es causado por deshidratación y pérdida de potasio, sodio y cloro por parte del cuerpo por resultado de las purgaciones. 

  •  Ruptura gástrica potencial durante los períodos de atracón. 

  • Inflamación y posible ruptura del esófago debido al vómito frecuente. 

  • Caries dentales y destrucción de los dientes debido al contacto con los ácidos estomacales durante el vómito frecuente. 

  • Movimientos intestinales irregulares y constipación crónica como resultado del abuso de laxantes. Úlceras pépticas y pancreatitis. 

O las secuelas que deja después de haber superado la crisis como ansiedad y depresión. 

En los TCA quien lo padece no es el único que sufre, estos trastornos también involucran a los seres queridos que acompañan y viven la experiencia desde la otra perspectiva quienes también deben pasar por procesos terapéuticos para lograr superar el oscuro episodio, se puede ver que familiares de los que llegan a padecer alguno de estos trastornos a pesar de que su ser querido se encuentre estable, este aún no logra hablar del tema y le cuesta recordarlo. El poder destructivo de un TCA es tan grande que puede llevar a la muerte o desintegrar una familia. 

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